El juego de mesa Sagrada es un juego que fusiona la estrategia táctica y la suerte con los dados con la belleza artística. Tiene un diseño pensado para cautivar a los amantes de los juegos de mesa y a los entusiastas del arte. Sagrada nos sumerge en un mundo donde la creatividad y la planificación se entrelazan. Encarnarás a un experto artesano que debe elaborar una preciosa vidriera, sin despistarte de los requisitos del diseño, ni de las bonificaciones extra de los objetivos.

Ficha técnica

Lanzamiento

2017

Editorial

Devir

Jugadores

1-4 Mejor: 2

Duración

30-45min

Dificultad

Fácil

Edad recomendada

13 años

Precio

30~40€

Nota

8,25

BGG

Nota: 7,5 Weight: 1,92/5

¿De qué va?

En el juego de mesa Sagrada eres un artesano encargado de construir una vidriera para La Sagrada Familia. Debes escoger uno de los patrones que se te ofrecen al principio, con su correspondiente nivel de dificultad, e intentar colocar los dados respetando los colores y números, sin dejar ningún hueco libre en tu vitral. Además tendrás que tener en cuenta los objetivos públicos y privados y cruzar los dedos para que tus adversarios no cojan el dado que necesitas antes que tú. Si te atascas, podrás hacer uso de las cartas de herramienta, pagando su coste en tributos y sacrificando algunos puntos.

Vitral de Sagrada completado

Contenido de Sagrada

Instrucciones

4 tableros de marco de vitral

12 cartas de patrón de vitral

90 dados de colores (18×5 colores: rojo, amarillo, verde, azul y morado)

Marcador de ronda y de puntuación

12 cartas de herramienta

10 cartas de objetivo público

5 cartas de objetivo privado

4 fichas de marcador

24 fichas de donativo

Bolsa para los dados

Fundas para las cartas

Para que vuestro juego de mesa Sagrada esté como el primer día, es imprescindible enfundar vuestras cartas. Bastará con 28 fundas del tamaño 63,5×88, para las cartas de objetivos y herramienta. Las cartas de patrón no es necesario enfundarlas, ya que se insertan en el tablero.

¿Cómo se juega a Sagrada?

Las instrucciones son más sencillas de lo que parecen en una primera explicación, como suele pasar con muchos otros juegos. Tal y como empecéis a jugar la primera partida, veréis que hasta los pequeños de la casa, con una edad algo inferior a la de las recomendaciones, pueden jugar. Quizá alguno necesite un empujoncito en algún momento, pero lo podrá disfrutar igualmente. Como referencia, nuestro enano de 8 años juega bastante bien y no se atasca. Aunque también hay que reconocer que es muy jugón y viene ya con experiencia de otros títulos.

Preparamos la partida

Separamos las cartas por tipos: objetivo privado (tienen un dado gris en el dorso), objetivo público (estas tienen el dado azul), herramienta (las marrones) y los patrones (las negras). Una vez separadas, barajamos y repartimos una de objetivo privado a cada jugador. Cada uno ve su objetivo privado y la guarda. Esto nos marcará el color que nos dará puntos extra al finalizar la partida. Tras esto, levantamos 3 cartas de objetivo público y las ponemos en el centro, junto a 3 cartas de herramienta, que irán también al centro.

juego de mesa sagrada

Cada jugador escoge uno de los 4 tableros (si todos queréis el mismo, ya sabéis como escoger… lanza un dado) y recibe 2 cartas de patrón de vitral. Cada patrón tiene 2 caras, con dos diseños diferentes, así que cada jugador puede escoger entre esos 4 diseños, el que crea que le irá mejor para la partida, teniendo en cuenta los objetivos públicos, las herramientas y su objetivo privado. En las primeras partidas escoged uno con un nivel de dificultad bajo y poco a poco veréis qué tipo de patrones os van mejor. Abajo a la derecha hay una serie de puntos, de 3 a 6, que marcan el nivel de dificultad. Colocamos el patrón elegido en nuestro tablero, insertándolo por debajo, y repartimos los tributos. Se dará a cada jugador tantos tributos como nivel de dificultad tenga su patrón (recordad: de 3 a 6).

Junto a las cartas de herramienta y de objetivo público también debemos colocar el marcador de ronda, donde iremos poniendo el dado sobrante tras cada turno, para saber en qué ronda estamos (y del que podremos rescatar luego algunos dados, si las herramientas nos lo permiten).

Comenzamos a jugar

Echamos a suertes quién será el jugador inicial (tenemos muchos dados a mano para lanzar) y le damos la bolsa con los 90 dados. Ese jugador tendrá que lanzar dos dados por jugador activo, más un dado extra. Si son 2 jugadores, lanzará 5 dados. 7 dados para 3 jugadores y 9 dados para 4 jugadores. Con estos dados formaremos «la reserva», de la que cada jugador irá cogiendo dados en esa ronda. Se empieza por el jugador inicial y se va pasando en sentido de las agujas del reloj. Cuando se llega al último, este jugador repite turno y se continúa en sentido contrario a las agujas del reloj, hasta llegar al jugador inicial, finalizando con él la ronda. Como ejemplo, así se sucederían los turnos en una ronda con 3 jugadores:

  • Jugador 1
  • Jugador 2
  • Jugador 3
  • Jugador 3
  • Jugador 2
  • Jugador 1

En cada turno, los jugadores pueden escoger 1 dado de la reserva y/o utilizar 1 carta de herramienta, gastando fichas de donativo. Puedes hacer cualquiera de las dos cosas, las dos o ninguna, pasando turno.

Colocando los dados

Para colocar los dados en el vitral debemos tener en cuenta las restricciones del patrón escogido y las normas de colocación. El patrón que hayamos puesto en nuestro vitral tendrá algunos cuadros coloreados o con un número. En esos cuadros únicamente pueden ir dados que cumplan esa limitación. Si el cuadro es rojo, sólo puedes poner un dado rojo. Si el cuadro tiene un 6, sólo puedes poner un dado con la cara número 6. A esto hay que sumar las normas de colocación.

El primer dado que ponemos debe ir en un extremo o esquina. A partir de ahí, los siguientes deben ir adyacentes a otro dado que hayamos colocado previamente. Esto puede ser en horizontal, vertical o diagonal. Pero cuando ponemos un segundo dado, tenemos una limitación extra: de forma horizontal o vertical (en este caso no se incluye el dado que esté en diagonal) no se pueden repetir colores o números. Al lado de un dado azul, no puede ir otro azul. Al lado de un dos, no puede ir otro dos. Y si en la reserva no hay ningún dado que te sirva, intenta usar una carta de herramienta… o deja casillas vacías, perdiendo puntos.

vitral y tributos juego de mesa sagrada

Cartas de herramienta

Estas cartas son pequeñas ayudas, disponibles por igual para todos los jugadores, que se pueden jugar gastando los tributos. Recordad que si seleccionáis un patrón de nivel 3, tenéis 3 tributos. Pero si os habéis ido a un nivel 5 o 6, podéis sacarles más partido.

Cuando se usa una carta de herramienta por primera vez, que nadie haya usado antes, se debe pagar un tributo y dejarlo sobre la carta. Cuando el mismo jugador o cualquier otro va a utilizar una herramienta que ya ha sido utilizada antes y tiene un tributo, debe pagar dos. El resto de veces será igualmente con 2 tributos. Pero no los malgastéis, porque cuando la partida termine, cada tributo que os sobre os dará un punto adicional.

Cartas de objetivo

Cada jugador tiene un objetivo privado y comparte los tres objetivos públicos. En el caso del objetivo privado, es un color. Cuando termine la partida se deben sumar los valores de los dados de ese color, obteniendo un punto por cada uno de ellos.

En los objetivos públicos, los jugadores pueden ganar los puntos tantas veces como se cumplan los objetivos. Si uno de los objetivos es conseguir columnas de varios colores, por 5 puntos extra, y tienes 3 columnas, sumarás 15 puntos.

Nuestra valoración

Lo compramos por recomendación de un conocido y creo que no le hemos dado las gracias lo suficiente. ¿Suena a mucho? Mirad qué nota le pusimos. Vale que es posible que seamos un poco entusiastas de los juegos de mesa, pero… Es que de verdad que nos gusta. También hay que tener en cuenta que al pequeño de la casa le gusta y eso siempre nos supone unos puntos adicionales, ya que no siempre los juegos que nos gustan a los mayores encajan con los más pequeños.

Con esta reseña queremos dejar claro que el juego de mesa Sagrada nos gusta mucho, pero también aclarar las dudas más típicas: es muy facilito de aprender, las partidas son bastante rápidas y la preparación no lleva más de un par de minutos desde que abres la caja. No hay que montar cosas, repartir muchas fichas, ni darle vueltas. Cada jugador escoge un color, un patrón y una carta de objetivo privado, se levantan 3 objetivos públicos y 3 herramientas y a lanzar dados.

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